Antier volví para irme. Después de un largo viaje me esperaba otro. Llegué de conocer un mundo fantástico donde el honor y la responsabilidad significan algo, para volver a viajar donde la dignidad de las personas y la educación no valen de nada.
Encendí mi móvil al aterrizar el avión y recibí las malas nuevas. Sabía que me esperaba un duro fin de semana. Hice las gestiones oportunas: coche, avión y alojamiento de nuevo y carretera y manta... operación rescate.
Conté con la ayuda y apoyo emocional de Coi, sin el cual me hubiera derrumbado de no tenerlo a mi lado. No hace falta que él no sea mi sangre para saber que el vínculo que nos une está mas alla de nuestras familias y las diferencias que nos separan. Siempre pongo el ejemplo de que por Coi, sería capaz de enterrar un cadaver si él me lo pidiera.
Después de las gestiones nos esperaban horas de carretera. El coche, un lugar donde los pasajeros miran hacia el mismo lado y no pueden huir de las conversaciones del otro. Las cosas vienen como vienen y por mucho que intentemos controlarlas, nunca podemos llegar a hacerlo. Cambio los planes establecidos sobre la marcha y consigo que el plan siga funcionando de manera correcta. Aliento a aquellos que se decepcionan al ver que no todo es como se planeaba y sigo siendo optimista a pesar de las visicitudes que van apareciendo.
Había dormido 4 horas, hecho un viaje de más de 15 horas de vuelo, tengo que seguir dándolo todo, haciendo que el plan funcione, animando a los que me rodean y no desfalleciendo por el fin común que es el amor que profeso a los que quiero.
Por eso, a pesar de mi fatiga, a pesar de la burocracia, a pesar de los reveses que te da la vida, si tienes claro lo que has venido a buscar, entonces todo lo demás no importa. Yo fuí a buscar a mi amor, a parte de mi vida y a intentar dar felicidad a aquellas personas que han sido buenas en la vida y que merecen la oportunidad de vivir. Ese era mi objetivo.
Cuando después de horas de incertidumbre, de momentos en los que crees que no conseguirás alcanzar aquello que te has propuesto, sientes el abrazo y el calor de aquellos que te quieren, todo lo demás no importa. No necesito confesarme para que me perdonen por todo aquello que hice mal, mi errores me ayudan a madurar, mi religión es la de hacer el bien y dar amor a aquellas personas que quiero y me quieren.
"DAMUPIIIIII" chillan mi nombre a 5 metros, con los brazos abiertos y una sonrisa. Después de un año vuelvo a sentir el calor y la felicidad en estado puro de una persona que quiero y soy consciente de que si mi vida tiene algún sentido, este puede ser uno de ellos. Montamos en el coche, avanzo unos metros y le pido al conductor que pare. Le digo: "si en 15 minutos no he vuelto y no te he llamado, arranca el coche y vete sin mí". Otra vez vuelvo a comprender que a veces uno pone en juego su vida para salvar la de los demás, porque el amor no es más que dar a aquellos que quieres todo lo que tú les puedes dar; hasta tu vida si es preciso.
Salgo del coche, hago lo que tenia que hacer y en menos de 5 minutos vuelvo, ya estamos todos, respiro pausado después de la carrera que me he dado porque el tiempo apremia. Nos dirigimos al punto de encuentro, allí está Coi que también ha tenido su propia aventura hasta poder estar a mi lado y escoltar a aquellos que quiero.
Cogemos los coches y partimos. Nuestras vidas ya estan a salvo. Fin del principio... de esperemos una esperanza de vida para aquellos que quiero.
Encendí mi móvil al aterrizar el avión y recibí las malas nuevas. Sabía que me esperaba un duro fin de semana. Hice las gestiones oportunas: coche, avión y alojamiento de nuevo y carretera y manta... operación rescate.
Conté con la ayuda y apoyo emocional de Coi, sin el cual me hubiera derrumbado de no tenerlo a mi lado. No hace falta que él no sea mi sangre para saber que el vínculo que nos une está mas alla de nuestras familias y las diferencias que nos separan. Siempre pongo el ejemplo de que por Coi, sería capaz de enterrar un cadaver si él me lo pidiera.
Después de las gestiones nos esperaban horas de carretera. El coche, un lugar donde los pasajeros miran hacia el mismo lado y no pueden huir de las conversaciones del otro. Las cosas vienen como vienen y por mucho que intentemos controlarlas, nunca podemos llegar a hacerlo. Cambio los planes establecidos sobre la marcha y consigo que el plan siga funcionando de manera correcta. Aliento a aquellos que se decepcionan al ver que no todo es como se planeaba y sigo siendo optimista a pesar de las visicitudes que van apareciendo.
Había dormido 4 horas, hecho un viaje de más de 15 horas de vuelo, tengo que seguir dándolo todo, haciendo que el plan funcione, animando a los que me rodean y no desfalleciendo por el fin común que es el amor que profeso a los que quiero.
Por eso, a pesar de mi fatiga, a pesar de la burocracia, a pesar de los reveses que te da la vida, si tienes claro lo que has venido a buscar, entonces todo lo demás no importa. Yo fuí a buscar a mi amor, a parte de mi vida y a intentar dar felicidad a aquellas personas que han sido buenas en la vida y que merecen la oportunidad de vivir. Ese era mi objetivo.
Cuando después de horas de incertidumbre, de momentos en los que crees que no conseguirás alcanzar aquello que te has propuesto, sientes el abrazo y el calor de aquellos que te quieren, todo lo demás no importa. No necesito confesarme para que me perdonen por todo aquello que hice mal, mi errores me ayudan a madurar, mi religión es la de hacer el bien y dar amor a aquellas personas que quiero y me quieren.
"DAMUPIIIIII" chillan mi nombre a 5 metros, con los brazos abiertos y una sonrisa. Después de un año vuelvo a sentir el calor y la felicidad en estado puro de una persona que quiero y soy consciente de que si mi vida tiene algún sentido, este puede ser uno de ellos. Montamos en el coche, avanzo unos metros y le pido al conductor que pare. Le digo: "si en 15 minutos no he vuelto y no te he llamado, arranca el coche y vete sin mí". Otra vez vuelvo a comprender que a veces uno pone en juego su vida para salvar la de los demás, porque el amor no es más que dar a aquellos que quieres todo lo que tú les puedes dar; hasta tu vida si es preciso.
Salgo del coche, hago lo que tenia que hacer y en menos de 5 minutos vuelvo, ya estamos todos, respiro pausado después de la carrera que me he dado porque el tiempo apremia. Nos dirigimos al punto de encuentro, allí está Coi que también ha tenido su propia aventura hasta poder estar a mi lado y escoltar a aquellos que quiero.
Cogemos los coches y partimos. Nuestras vidas ya estan a salvo. Fin del principio... de esperemos una esperanza de vida para aquellos que quiero.
Y no desistas. Queda un largo camino. Piensa q el fin de ese trayecto tiene su recompensa. Por ese amor, sigue con fuerza.
ResponderEliminarEstoy aquí.