De un tiempo a esta parte, no sé si es porque me he hecho mayor y me ha bajado la testosterona, o qué, pero discuto menos. He comprendido que muchas veces tengo razón o más experiencia en las cosas sobre las que se está tratando, pero es inútil hablar de tus experiencias o de tus argumentos con gente que no va a cambiar su opinión.
Por muy acertados que estemos en algo, si los demás se empeñan en llevarnos la contraria, va a ser dificil que podamos llegar a cumplir nuestras metas. Puede que despues de 8 años el juez nos dé la razón, o que en nuestro lecho de muerte, recibamos el perdón de aquellos que siempre quisimos pero nunca perdonamos. Pero todo esto nos habrá servido de poco el tiempo durante.
Por eso he aprendido que no soy quién para decirle a los demás lo que yo pienso. Cuando uno llega a asumir esta situación y del malgasto de energía que conlleva intentar explicarle a los demás que tu opinión al respecto de un tema difiere de la suya, o estar enfadado porque muchas veces tienes que hacer cosas que piensas que no se deben hacer así; es cuando aprovechas y disfrutas mucho mejor de lo que eres y eres más feliz con lo que te rodea y quienes, te guste o no, tienes a tu lado.
No quiero decir que cejes en el empeño de seguir tus sueños por mucho que sean distintos de los demás. Quiero decir que todo tiene un momento y un lugar. Si no malgastas tu energía y la canalizas serás lo suficientemente sabio para imponer tu opinión sobre la de la del resto sin siquiera argüir nada. Si no has malgastado tu energia, conservarás las fuerzas para enfrentarte en aquellos momentos cruciales a las visicitudes que la vida te deparará.
Todo tiene un momento y un lugar. Más tarde o más temprano, todo llegará... o como a mí siempre me gusta decir: el tiempo pone las cosas en su sitio.
Por muy acertados que estemos en algo, si los demás se empeñan en llevarnos la contraria, va a ser dificil que podamos llegar a cumplir nuestras metas. Puede que despues de 8 años el juez nos dé la razón, o que en nuestro lecho de muerte, recibamos el perdón de aquellos que siempre quisimos pero nunca perdonamos. Pero todo esto nos habrá servido de poco el tiempo durante.
Por eso he aprendido que no soy quién para decirle a los demás lo que yo pienso. Cuando uno llega a asumir esta situación y del malgasto de energía que conlleva intentar explicarle a los demás que tu opinión al respecto de un tema difiere de la suya, o estar enfadado porque muchas veces tienes que hacer cosas que piensas que no se deben hacer así; es cuando aprovechas y disfrutas mucho mejor de lo que eres y eres más feliz con lo que te rodea y quienes, te guste o no, tienes a tu lado.
No quiero decir que cejes en el empeño de seguir tus sueños por mucho que sean distintos de los demás. Quiero decir que todo tiene un momento y un lugar. Si no malgastas tu energía y la canalizas serás lo suficientemente sabio para imponer tu opinión sobre la de la del resto sin siquiera argüir nada. Si no has malgastado tu energia, conservarás las fuerzas para enfrentarte en aquellos momentos cruciales a las visicitudes que la vida te deparará.
Todo tiene un momento y un lugar. Más tarde o más temprano, todo llegará... o como a mí siempre me gusta decir: el tiempo pone las cosas en su sitio.
No te ha bajado la testosterona... te ha subido la sabiduría.
ResponderEliminarbeso
M.